Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez, Directora Ejecutiva de la Coalición de Fe y Educación, recientemente entrevistó a la Dra. Shirley Hoogstra, Presidenta del Concilio de Universidades y Colegios Cristianos (CCCU). Antes de CCCU, la Dra. Hoogstra sirvió como Vicepresidenta de Vida Estudiantil en la Universidad Calvin College por 15 años y como asociada en un despacho legal por 13 años. Es graduada del Colegio Calvin y la University of Connecticut School of Law.

La educación superior se ha hecho algo esencial como preparación para una profesión para un mayor número de familias hispanas en los Estados Unidos.

Dra. Hoogstra, ¿qué les puede compartir a estudiantes que están ponderando dónde aplicar al colegio? ¿Por qué deberían considerar aplicar a universidades cristianas?

Primeramente, déjame decir que soy graduada de una universidad cristiana. Y mis hijos son graduados de universidades cristianos. Mi perspectiva, por lo tanto, incluye experiencias personales y profesionales con estas instituciones.

La primera razón que recomiendo las universidades cristianas es que el aspecto académico es excelente. No recibes un nivel de educación de segunda categoría cuando vas a una institución cristiana. Un segundo beneficio es el desarrollo de fe y carácter en los jóvenes. Mi esposo y yo quisimos que nuestros hijos crecieran en el temor de Dios. Sabíamos que los años entre 18-22 serían años importantes en la formación de su carácter y la profundización de su fe. Un profesorado y personal administrativo que ven al mundo a través del lente cristiano serían modelos para ellos en un plantel cristiano. Y en una universidad cristiana había una mayor posibilidad de que sus amistades y otros estudiantes fueran personas que también estaban comprometidas a desarrollar su fe.

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Estoy muy de acuerdo. Yo experimenté esas bendiciones en el plantel de Dallas Baptist University—excelencia académica y una comunidad que ofreció apoyo y una perspectiva Cristo-céntrica.

Hay otro desafío para muchos estudiantes hispanos, especialmente los que serán los primeros en su familia en asistir a la universidad. Por lo regular, nuestros estudiantes tienen un trabajo, quizás con un familiar, que les espera en cuanto terminen sus estudios de preparatoria y que ofrece sueldo y beneficios, algo que resulta muy atractivo. Si los padres se están preguntado si una educación universitaria vale la pena y el esfuerzo, ¿qué les diría usted?

Esa es una pregunta muy importante. Mi padre trabajó en una ferretería, y duró toda su carrera en ese trabajo. Pero hacia el fin de su carrera, cuando casi tenía 60 años, estas tiendas pequeñas estaban compitiendo con tiendas mucho más grandes para sobrevivir. Su negocio estaba decayendo. El mundo estaba cambiando. Tuvo que encontrar una nueva ocupación.

La globalización y tecnología han cambiado nuestra economía, creando un cambio enorme en cómo la gente trabaja. En vez de tener dos trabajos en toda su vida, como mi padre, ahora la gente tiene 7 trabajos, quizás 7 diferentes carreras en su vida. Por lo tanto, ¿cómo se preparán los jóvenes para este cambio económico? Los jóvenes adultos que están entrando al mundo laboral tienen que ser bien leídos, con habilidad de escribir bien, hablar eficazmente y pensar críticamente. Tienen que poder adaptarse y entender el mundo digital. Una educación universitaria les puede dar una gran ventaja.

Esta es otra estadística importante: aquellos que tienen un título universitario, en el curso de su vida, ganaran un millón de dólares más que los que no lo tienen. Un millón de dólares en ingresos quiere decir más dinero para el retiro, para donar, dinero que pueden compartir con su iglesia y comunidad. Si los estudiantes miran a largo plazo, verán como una educación universitaria les conviene y que vale la pena la inversión.

Como mencionamos, muchos estudiantes hispanos serán los primeros en la familia en asistir a la universidad. El proceso de aplicar puede ser abrumador, pero además de eso, está la sorpresa de lo que cuesta la colegiatura. ¿Deberían aplicar solo a las escuelas que parecen ser más baratas?

Existe una gran variedad en los precios de la colegiatura. Las universidades communitarias de dos años y las escuelas estatales generalmente son las que menos cuestan. Luego, siguen las universidades privadas cristianas, y al fin, las universidades privadas que en general, son las que cobran más.

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Pero tenemos buenas noticias: hay multiples opciones para ayuda financiera tanto para las universidades religiosas como las privadas. Para algunos estudiantes, esta ayuda les baja el precio casi al nivel de una universidad estatal. Las universidades cristianas privadas ofrecen ayuda basada en la habilidad del estudiante y sus calificaciones; por lo tanto, lo que cuesta un año de estudios, puede ser mucho menos de lo que se ve a primera vista.

No permitas que el costo de la colegiatura te detenga de aplicar a una universidad Cristiana. Envía tu aplicación, y deja que los consejeros de admisión y ayuda financiera te ayuden y expliquen lo que está disponible para ayudarte.

Usted mencionó que existe ayuda basada en la habilidad del estudiante y su necesidad. ¿Puede definir estos términos por favor?

Claro que sí. Veamos primero la ayuda basada en la necesidad. Las universidades privadas tienen graduandos y donantes que están comprometidos a ayudar a la siguiente generación para que tengan acceso a una educación de calidad. Estos donantes contribuyen millones de dólares para que la escuela pueda ayudar a los estudiantes con mayor necesidad. Ya que un estudiante aplica, el equipo de ayuda financiera de la escuela puede evaluar la situación financiera del estudiante y determinar que dinero hay disponible para ayudarle.

La ayuda basada en la habilidad y las calificaciones es para estudiantes que tienen calificaciones excelentes, sobresalen como líderes o en algún otros aspecto específico. Esta ayuda está disponible para convencer al estudiante que la institución quiere tenerlo en su plantel. Muchas escuelas quieren diversidad étnica en el estudiantado y ofrecen ayuda basada en la habilidad y calificaciones para estudiantes hispanos en particular.

Entre la ayuda basada en la necesidad y la ayuda basada en la habilidad, un estudiante puede obtener un paquete de ayuda financiera que reduce bastante lo que cuesta asistir a una universidad privada.

¿Ofrecen las universidades cristianas becas basadas en habilidad para líderes ministeriales en las Iglesias locales?

Absolutamente. Aquellos adultos jóvenes que están marcando una diferencia en sus escuelas preparatorias necesitan aplicar a las universidades cristianas. Somete la aplicación. Pon todo lo que has hecho y contribuido a tu comunidad e iglesia. Estos estudiantes tendrán gran éxito educándose en una universidad cristiana.

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La mayoría de las universidades cristianas usan algo llamado “Common App,” y son solo 5 preguntas. Somete esta forma. La universidad responde y te invita a su plantel. Yo acostumbro animar a todo padre, abuelo, tía y tío y primo que sirve el papel de mentor de algún estudiante a que le acompañe en una visita al plantel. En algunos casos, las universidades tienen recursos económicos para ayudarles a llegar al plantel. Algunas escuelas tienen programas en el verano que permiten que los estudiantes de los grados 11 y 12 puedan asistir a la universidad y obtengan créditos a nivel universitario mientras pasan el verano participando en la vida universitaria.

Visitar la escuela también te permite visualizarte en ese plantel. Si su hija o nieto va a una universidad de 40,000 personas, ¿cómo sabrán si ese es el mejor lugar para ellos? Pero si van a una universidad con 2,000 a 8,000 estudiantes, hay una mayor oportunidad para que se destaquen. Cuando las clases son más pequeñas, los profesores pueden llegar a conocer al estudiante y reconocer sus intereses y habilidades.

Usted nos ha dicho que algunas veces hay dinero disponible para ayudar con estas visitas a la universidad. Muchos no saben que algunas escuelas ofrecen cubrir los gastos para que los estudiantes puedan visitar el plantel. ¿Cuál es la mejor manera para preguntar sobre esto?

Recuerde que las universidades quieren a los estudiantes hispanos en su plantel. Una visita del estudiante le va a ayudar con el proceso de tomar una decisión. En cuanto se someta una aplicación, se le asigna al estudiante un consejero de admisión. Puede hacerle estas preguntas al consejero:

  • “¿Hay ayuda financiera para ayudar a los estudiantes con una visita al plantel?”

  • “Nuestro estudiante está muy interesado. ¿Puede hacernos una cita con su oficina de diversidad? Quiero saber quién formará parte de su grupo de apoyo.

  • “Quisiéramos una junta con un miembro de la facultad porque nuestro estudiante esta específicamente interesado en esta área (ingeniería, por ejemplo)”

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  • “Nuestro estudiante quiere una profesión en medicina. ¿Cuál es su tasa de admisión de graduación en la escuela de medicina (o escuela de derecho o escuela de posgrado)? "

  • “¿Cuántos de sus estudiantes obtienen internados? Quisiera hablar con algunos de estos estudiantes cuando venga a visitar.

  • ¿Cuáles son las carreras en las que se desempeñan sus graduandos?

Para concluir, no asuma que una educación en una escuela privada cristiana está fuera de sus posibilidades económicas. Someta la aplicación, hable con un consejero de admisión y pregunte si hay ayuda financiera disponible. Y visite el plantel mientas el estudiante está en la escuela preparatoria—quizás habrá dinero disponible para ayudar con esta primera visita.

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