Acudir a las Escrituras debería ser la reacción inmediata de los cristianos cuando el mundo en el que vivimos nos genera ansiedad. Sin embargo, el informe anual State of the Bible 2020 [Estado de la Biblia 2020] producido por la American Bible Society [Sociedad Bíblica de Estados Unidos; ABS, por sus siglas en inglés] mostró una tendencia alarmante: solo el 9 % de los estadounidenses leyeron su Biblia diariamente en 2019, la cifra más baja en los diez años de investigación de la ABS, y descendió aún más durante los primeros meses de la pandemia. Pero si este año trae consigo aunque sea una fracción de la incertidumbre que experimentamos el año pasado, entonces necesitamos la Palabra aún más para encontrar guía y consuelo. En mis años de experiencia como líder de estudios bíblicos presenciales, así como de un grupo de lectura bíblica en línea, me he dado cuenta de que a veces necesitamos ideas prácticas para comenzar o retomar la lectura de la Biblia. A continuación, encontrará diez maneras de leer la Biblia con ojos renovados en este nuevo año.

1. Añada una nueva traducción a su biblioteca

Si ha leído una sola versión o traducción de la Biblia durante muchos años, comience a leer otra. Recientemente decidí incluir en mi estudio bíblico dos nuevas versiones después de años de haber sido fiel a la misma versión. Los versículos que me son conocidos cobran un nuevo significado a medida que la traducción diferente de una o dos palabras me hacen detenerme a meditar en ellas. Las Biblias paralelas en las cuales se pueden leer de dos a cuatro traducciones comparadas también son excelentes para leer la Biblia de esta nueva forma.

2. Lea la Palabra en voz alta

Aunque parezca algo muy simple, es posible que leer la Biblia en voz alta sea la forma más cercana de recibir la Palabra de Dios en la forma en la que la recibieron sus primeros oyentes. Muchas iglesias siguen esta metodología y recorren la Biblia de comienzo a fin en un lapso de tres años. Cuando leemos las Escrituras en voz alta, damos énfasis a las frases y podemos percibir mejor el ritmo de un pasaje (aunque siempre se pierde parte de la cadencia en la traducción). La lectura de las Escrituras en voz alta dentro de un pequeño grupo también suma a la diversidad, y las diferentes formas de leer o incluso las diferentes traducciones pueden fomentar buenas discusiones acerca de la elección de palabras. La primera vez que intentamos esto en mi estudio bíblico, escogí Isaías 1: “Cuando levantan sus manos, yo aparto de ustedes mis ojos; aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé, pues tienen las manos llenas de sangre” (v. 15, NVI). La ira y la frustración de Dios comunicadas a través del profeta cobraron vida para las mujeres de mi estudio de una forma poderosa. Para mejorar este método, puede invitar a personas de diversas creencias y tradiciones eclesiásticas a que lean con usted.

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3. Escuche la Palabra mientras viaja, cocina o camina

Este método es especialmente bueno para aquellas personas a las que les resulta difícil leer o establecer un horario fijo para leer la Biblia cada día. Es sorprendente cómo uno puede avanzar en la lectura de la Biblia cuando se usa un recurso de audio. El internet y las aplicaciones móviles de la Biblia ofrecen un gran número de traducciones e incluso diversos acentos, lo cual hace que este método resulte más agradable para muchas personas. Una advertencia para los que traten de adoptar este método: cuando mi esposo y yo comenzamos a escuchar audiolibros durante viajes largos por carretera, me resultó difícil escuchar a un narrador sin que mi mente divagara. Si se distrae, intente concentrarse en uno o dos puntos clave del pasaje y medite en ellos.

4. Dedique un año a la lectura cronológica de la Biblia

Varios años atrás, por recomendación de una amiga, comencé a leer una Biblia cronológica. Decidimos leerla en simultáneo e invitamos a otros a unirse a nuestro grupo privado de Facebook. Hasta el día de hoy, seguimos leyendo toda la Biblia anualmente en el orden en que ocurrieron los hechos según deducen los eruditos. Este método ha impactado profundamente mi entendimiento de las Escrituras. Los versículos y pasajes que más aprecio se han incorporado a la historia en curso del plan de redención de Dios para toda su creación. La lectura sobre los reyes a la par de los profetas, la comparación de las distintas narraciones de los evangelios, y la comprensión de los sucesos del libro de Hechos junto con las epístolas a las iglesias me han ayudado a llenar vacíos en mi comprensión.

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5. Utilice un comentario bíblico o herramientas de estudio

Comience a utilizar un comentario bíblico que no haya usado antes para estudiar mejor el pasaje o libro que está leyendo. Los comentarios profundizan más que un estudio bíblico porque brindan más información sobre el contexto histórico y cultural, y ayudan a conectar la narrativa de las Escrituras de forma integral. Otros recursos multimedia, tales como los cursos gratis de la Coalición por el Evangelio, o los videos y estudios de BibleProject en español pueden complementar nuestra lectura diaria de la Palabra.

6. Lea un libro de principio a fin sin detenerse

Si la idea de leer un libro entero de la Biblia le parece intimidante, intente comenzar con un libro corto como Filipenses. La lectura completa de una epístola paulina ayuda a entender mejor lo que estaba sucediendo durante esa época en la ciudad a la que fue dirigida. Nos da una idea de todas las personas que Pablo conoció en estas iglesias, y de cuán parecidas son a personas de nuestras propias iglesias. Una tarde de verano terminé el evangelio de Marcos de una sola leída y pude percibir con mayor claridad el sentido de urgencia que tenía por el avance del evangelio. Una variante de esta idea es leer todos los libros de un mismo autor de forma consecutiva; por ejemplo, para comprender mejor a Juan, lea su evangelio, sus tres epístolas y Apocalipsis.

7. Utilice una Biblia del Lector

La Biblia del Lector no marca los capítulos y versículos, por lo que se lee más como una novela con un único cuerpo de texto y pocas distracciones. Para algunos, este formato resulta útil para leer durante más tiempo. El manuscrito original no tenía separaciones, y eso le da al individuo una idea de cómo los primeros cristianos leían las Escrituras. Algunos de mis amigos que usan la Biblia del Lector me han comentado que disfrutan más la poesía y la profecía en esta versión.

8. Medite en un salmo por semana

En vez de leer un salmo diferente cada día, escoja uno para leerlo todos los días durante una semana. A medida que lee, note qué frases en el salmo le llaman más la atención y le brindan una mejor idea de las emociones que el autor quería expresar. A menudo, leo el Salmo 51 como una oración diaria, y me sorprende ver que los versículos que llaman más mi atención muchas veces están relacionados a lo que estoy atravesando en mi vida. Todavía no encuentro una manera mejor de empezar mi día que pedirle a Dios: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu” (Salmo 51:10).

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9. Lea las parábolas de Jesús una seguida de la otra

Lea las parábolas de Jesús omitiendo cualquier texto antes o después de ellas. Deje que Él sea el narrador por excelencia que es. Jesús sabía que la mejor manera en que su audiencia podría entender una enseñanza espiritual era por medio de una historia. En su libro Reading the Bible with Rabbi Jesus [Leyendo la Biblia con el rabino Jesús], Lois Tverberg señala que “las parábolas de Jesús, que con frecuencia hablaban acerca de pescadores y agricultores, no evocan una respuesta tan profunda en nosotros como lo hacían en su contexto rural”. Podemos distinguir mejor las enseñanzas de estas historias si nos adentramos en ellas. ¿Quiénes formaban parte de su primera audiencia? ¿Cómo era su vida cotidiana? ¿En qué se diferencia de la nuestra? ¿Qué enseñanzas podemos poner en práctica en nuestro mundo hoy? Si consideramos el contexto cultural y social de las parábolas, podremos apreciar el texto de una forma nueva.

10. Copie libros enteros

Copiar pasajes le ayudará a leer la Biblia de una manera nueva. Quizás comience a notar patrones, o cómo se repiten las palabras o frases para hacer énfasis. Días, meses o incluso años más tarde, podrá volver a esas páginas escritas con su propia letra y encontrará una conexión aún más profunda con las Escrituras. La primera vez que copié un libro de la Biblia de esta forma fue el libro de Santiago. Me sorprendió cómo las palabras de Santiago apuntaban con frecuencia a las enseñanzas de Jesús. Santiago escribió sobre la fe como una forma de vida, y pude notar esto como nunca lo había notado antes de copiarlo.

La Biblia es la Palabra inspirada de Dios para nosotros. Mientras nos proponemos resoluciones para el Año Nuevo y comenzamos planes de estudio bíblico, volvamos primero a la Palabra. Como escribió Jen Wilkin: “Las palabras inspiradoras de los humanos son un insignificante sustituto de las palabras inspiradas por Dios”. Sea lo que sea que traiga el 2021, la Palabra es una fuente rica de reflexión y esperanza a medida que la leemos, escuchamos y meditamos en ella.

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Traci Rhoades es autora de Not All Who Wander (Spiritually) Are Lost. Escribe en la página tracesoffaith.com.

Traducción por Sofía Castillo.

Edición en español por Livia Giselle Seidel.

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