Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

La Dra. Andrea Ramírez, Directora de la Coalición de Fe y Educación, recientemente entrevistó a Elda Rojas, una educadora quien ha trabajo por más de dos décadas para mejorar la equidad de la educación y el acceso para todo estudiante, pero especialmente para los que están aprendiendo inglés/los recién llegados. Su conversación incluye cómo los creyentes pueden apoyar a los estudiantes que están aprendiendo inglés. En el 2014, más de 9% de los estudiantes en escuelas públicas en los Estados Unidos no hablaban inglés como su primer idioma, y ese número sigue creciendo.

Es un deleite platicar contigo Elda sobre el éxito de estudiantes que están aprendiendo inglés como su segundo idioma. Tu historia es única. Tu familia emigró de México y llegaste a una temprana edad y lograste ser estudiante en la universidad Harvard. Eso es extraordinario e inspirador.

Así es, mi familia emigró de México cuando yo tenía 6 años y llegamos a Michigan. En esos años, el programa Bilingüe no era muy amplio. Fuimos sometidos a un proceso de inmersión. Fue difícil tratar de aprender inglés y al mismo tiempo el contenido de la materia que estábamos estudiando en clase. En casa, hablábamos solo español. El Señor nos ayudó a desarrollarnos. Nos mudamos a otra área de Michigan donde ofrecían un programa de educación bilingüe, así que allí sí recibimos servicios.

Nuestra iglesia también jugó un papel poderoso—se convirtió en nuestra familia extendida. Muchas veces cuando la gente emigra de otros países, no solo tienen que aclimatarse a un nuevo país, sino también están aprendiendo una cultura nueva. Nuestra familia eclesiástica sirvió como puente y apoyo para mi familia y nos ayudó a sentirnos bienvenidos en una nueva comunidad.

Creo que la preparación y la oportunidad son factores claves para alcanzar una educación. Cuando estaba en la escuela preparatoria, se me dio la oportunidad para trabajar como interna en la capital estatal y fue este trabajo que me inspiró a tratar de cursar estudios superiores. Es importante para la juventud trabajar no solo para alcanzar logros académicos, sino también ser expuestos a conexiones en el mundo real, más allá del salón de clase.

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Fui muy afortunada de poder obtener mi licenciatura en Harvard y mi maestría en Texas State University. Estas han sido puertas maravillosas que Dios me abrió. Reconozco que a través de Él, todo es posible.

Tu eres evidencia viva, que una persona que ha tenido que aprender inglés puede ser exitosa al lado de personas que hablan inglés como su primer idioma. Sé que abogas para que se mantengan estándares altos para todo estudiante y no dejar que los que están aprendiendo inglés tengan niveles de estándares más bajos que los demás. Si todos los estudiantes tuvieran los mismos estándares a alto nivel, ¿qué recomendaciones les darías a educadores y padres para ayudar a sus estudiantes que están aprendiendo inglés?

Así es, la práctica de bajar los estándares tiene que parar si queremos cerrar la brecha en el logro académico. El hecho de que los que están aprendiendo inglés no tienen estándares rigurosos no quiere decir que no son capaces. Bajar los estándares no les ayuda a los estudiantes y puede negarles acceso para estudios más rigurosos en un futuro. Los estudiantes que están aprendiendo inglés estarán preparados para el trabajo universitario solo si mantienen estándares altos durante su educación K-12.

Los Estados Unidos tiene la oportunidad de aprovechar el poder intelectual, la energía y la creatividad de aquellos que están aprendiendo inglés cuando eleven los estándares para todo estudiante, no importando su etnia, ingreso, o código postal. Mis recomendaciones serían que los distritos ofrezcan servicios comprensivos que incluya ayuda desde un principio y que continúe con evaluaciones de dominio del idioma, colocación apropiada en clases rigurosas, desarrollo profesional para maestros diseñados para ayudarles a trabajar con estudiantes que están aprendiendo inglés, oportunidades de participación para estudiantes y redes fuertes para los padres.

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¿Puedes hablar por favor sobre cómo los creyentes y las iglesias pueden ministrar a los estudiantes que están aprendiendo inglés y a sus padres?

Una cosa que he aprendido sobre mis años como estudiante fue que yo no era la única que estaba ajustándose a un nuevo país, idioma y cultura. El Señor me posicionó para prepararme, y he podido ayudar a otros en el camino.

La iglesia tiene una oportunidad maravillosa porque se nos dice que la gran comisión es ir y hacer discípulos a las naciones. Y aquí en los Estados Unidos hay muchas naciones representadas. En Texas, donde vivo, según el último censo, se hablan más de 164 idiomas. Solo en Dallas, 42% de la población está aprendiendo inglés. Para la iglesia, hay una gran oportunidad para alcanzar a otros. En cuanto a los padres, es fabuloso tener la oportunidad de alcanzar a los recién llegados, ayudar a nuestros hijos a entender que está bien ser amigables con ellos, invitarlos a ser parte de su grupo, ayudarlos a aclimatarse y ayudarles a entender los procesos nuevos de vida.

Mencionaste que la familia eclesiástica puede jugar un gran papel, de estudiante a estudiante y de padre a padre, mientras se animan el uno al otro. Escuchamos con frecuencia que los padres que solo hablan español muchas veces no hacen preguntas porque no hablan el idioma y no entienden la cultura. Es allí que las relaciones en la iglesia les ofrecen una oportunidad de hacer sus preguntas en un ambiente amigable y de confianza. Esta es una oportunidad única para la familia de la fe para ayudar en la educación.

Mientras los números de estudiantes que están aprendiendo inglés han triplicado en las escuelas, esta necesidad de comunidad también ha aumentado. Nacionalmente, un poco menos de 10% de los estudiantes en la escuela pública son estudiantes que están aprendiendo inglés. En Texas, de los 23.7 millón de personas que tienen de 5 años para arriba, más de una tercera parte hablan otro idioma que no es inglés. Eso es un 14% de la población que está aprendiendo inglés como un segundo idioma. Y en California, es el 27% de la población de estudiantes.

Dondequiera que vivamos, en América, tenemos la oportunidad de conocer a personas que están aprendiendo inglés y ayudarles, y ministrarles y hacerlos sentir bienvenidos. Es una gran oportunidad para las iglesias, que hagan el esfuerzo de alcanzar a estas familias y ayudarles a aclimatarse a este nuevo sistema educativo. Todo el sistema educativo es diferente aquí.

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Además de la ayuda comunitaria, ¿Qué otros recursos están disponibles para las personas que están aprendiendo inglés?

Somos muy afortunados que nuestro país ofrece recursos a nivel nacional y estatal. Hay programas bilingües y de dos idiomas (dual language) para estudiantes. Y los padres tienen acceso a estas clases para aprender inglés también, y esto les permite adquirir el idioma de inglés junto con sus hijos.

El primer lugar a dónde ir para descubrir recursos y apoyo es la escuela local. Hay más oportunidades para preparación para la universidad, desarrollo de alfabetismo, y adquisición de lenguaje. Les digo a los padres que visiten su escuela y pidan recursos para personas (de edad escolar y adultos) que quieren aprender un segundo idioma. Las iglesias también pueden ayudar colectando este tipo de información y recursos para compartir con familias que lo necesitan.

Todo estudiante tiene la oportunidad del éxito cuando las expectativas son altas y hay apoyo en el camino. Las iglesias están singularmente posicionadas para dar apoyo y aliento a los estudiantes y sus familias. ¡Que podamos ver y aprovechar la oportunidad de ministrar a nuestro alrededor!

Cuatro consejos para padres (y abuelos):

  1. Involúcrese en la escuela: Busque información y recursos disponibles en la escuela local. Asista a las reuniones lo más frecuentemente posible, para ayudar a que su estudiantes sean exitosos y para expandir su entendimiento del sistema educativo. Cuando los maestros y administradores ven a un familiar en la escuela, ven que son importantes y que lo que hacen en el salón de clase es valioso.

  2. Mantenga elevadas las expectativas en el hogar: Comunique altas expectativas para aprender. Sea claro que los hijos hagan su tarea. Ayúdeles a crear un lugar para la rutina de la tarea y la preparación para el día siguiente. Haga una prioridad leer juntos y acostarse temprano para que hagan buen trabajo en el salón el próximo día. Haga de la asistencia una prioridad y cuide los días que falten a clase porque esto causa un retraso en el salón.

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  1. Oren juntos sobre la escuela: Ore con sus hijos sobre su educación y por sus maestros y escuela. Dele gracias a Dios por la oportunidad de practicar amarlo con toda su mente.

  2. Pida ayuda: Cuando tiene inquietudes o preguntas del sistema educativo, pida ayuda. Quizás haya alguien en su comunidad de fe que pueda explicarle el proceso y ofrecerle dirección. Pídale a un miembro de la iglesia que vaya con usted a visitar la escuela. O pida un traductor en la escuela—los administradores y maestros quieren que ustedes estén involucrados. Y ya que tenga ayuda, ofrezca a los padres recién llegados la misma ayuda.

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