En el libro de Isaías, leemos, “Cuando el enemigo viene como río, el Espíritu de Dios levantará la bandera en contra de él” (59:19). ¡Qué bendición pensar que Dios mismo se convierte en un portador del estándarte en contra de nuestro enemigo! La historia militar nos dice que no cualquier persona fué elegida para ser el abanderado, el escogido para cargar el estandarte y para insipirar a todos los soldados en la batalla. De hecho, en ocasiones, el Príncipe o el Comandante cargaría el estandarte a la batalla.

La frase “abanderado” ahora significa “una figura de liderazgo en una causa o movimiento.” En sentido real, todos somos abanderados por Cristo, levantando el estandarte para Su reino a donde quiera que vayamos y lo que sea que hagamos. Todavía, muchos estándartes se están deslizando en América hoy día. Las morales se están desvaneciendo. Los estándares de matrimonio se están cayendo. Hasta ciertos estándares de vestimenta son obsoletos en nuestra sociedad cambiante.

Para la National Hispanic Christian Leadership Conference (NHCLC por sus siglas en inglés), nuestro enfoque se convierte en estándares educativos. En 1983, un reporte que ahora es famoso, fué publicado, titulado Una Nación en Riesgo. Una de las declaraciones más espantosas en el reporte decía, “Que si un poder extranjero no amistoso intentara imponer en América un rendimiento de una educación mediocre como la que existe ahora, sería mejor que lo viéramos como una acto de guerra.”

Eso fué hace 30 años. Tu pensarías que este reporte nos hubiera inspirado a recuperar nuestros estándares educativos en América, pero no ha mejorado en lo absoluto. América en un tiempo, era el abanderado en el mundo por su educación. Hubo una vez en que clasificamos en primer lugar en el mundo en habilidades de matemáticas y en lectura, pero ya no más. Ahora, tenemos un 31avo lugar en matemáticas, y estamos bajo el promedio a nivel global. Los estudiantes chinos fueron categorizados a dos niveles arriba de sus contrapartes americanos. Nuestras habilidades de lectura nos dejaron en un #20 en general. Así, que a pesar de que nos hemos gastado trillones2 de dólares para avanzar la educación en América, nuestros estándares no han mejorado. (Gastos totales para escuelas primarias y secundarias públicas en los Estados Unidos sumó solamente a $632 billones en el 2010–11.)

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En la comunidad hispana, tenemos buenas y malas noticias referente a la educación. Las buenas noticias son que más hispanos están asistiendo a la Universidad más que nunca antes. De hecho, en el 2012—por primera vez en la historia— un porcentaje más alto de hispanos fué a la Universidad comparado con estudiantes blancos (69% vs. 67%). Además, los porcentajes de estudiantes que desertan la preparatoria ha disminuído a un 50% en los últimos 10 años (de un 28% a un 14%). Por el lado negativo, los hispanos tuvieron un 50% de menos probabilidades de terminar sus carreras en comparación de sus compañeros blancos. La “brecha del logro“ ente estudiantes hispanos en la primaria aún es muy amplia con —más de 20 puntos— en lectura y escritura.

Es tiempo de tomar una postura juntos y Elevar Nuestros Estándares de educación. Desafortunadamente, no hemos tenido los mismos estándares en cada salón de clase en América. En muchas ciudades, las mejores escuelas solamente se encuentran en los mejores vecindarios, y muchos de los estudiantes con el código postal equivocado sufren las consecuencias de las escuelas que son deficientes. La igualdad en la educación es quizá, uno de los asuntos más críticos de derechos civiles en este tiempo.

Comencemos con este nuevo año escolar. Los estudiantes tendrán que hacer de su educación una prioridad y pasar más tiempo en sus estudios. Los padres deben leerle a sus niños más jóvenes (una encuesta reciente indicó que estamos leyendo menos a nuestros hijos que en previas generaciones), participe con su escuela local, y asegúrese de que los niños lleguen a la escuela a tiempo y que terminen sus tareas. Los pastores deben ser líderes educativos en su púlpitos y en las bancas de su iglesia, animando a los miembros y empujándolos a que sigan aprendiendo toda la vida, a conectarse con sus líderes locales de las escuelas, y buscar programas de tutoría para los estudiantes para después de clases en las iglesias.

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La Biblia es un texto excelente que le dará un cimiento espiritual y educativo a nuestros niños. La palabra nos dice que, "Las escrituras son inspiradas por Dios y son de provecho para enseñar, para reprobar, corregir, y para entrenar sobre la rectitud” (2Timoteo 3:16), y la biblia es excelente para desarrollar habilidades en la lectura y un cimiento en el Señor. Cuando Jesús era solamente un niño, el dejó que sus padres hablaran sobre las Escrituras en el templo, y lo encontraron ahí, escuchándolas y haciendo preguntas. Y todos estaban asombrados por su entendimiento y sus repuesta” (Lucas 2:47). A través de este ejemplo, Dios nos está mostrando la importancia de ser educados en Su palabra como el pilar de todos nuestros estudios.

Si América va a lograr todo su potencial, son nuestros estudiantes hispanos que llegarán a lograr ese potencial—mientras Elevamos Nuestros Estándares de educación. Desde 1970, la población latina ha incrementado hasta seis veces, de 9.1 millones a 53 millones en el 2012. Está proyectado que crezca hasta 129 millones en el 2060, de acuerdo a las últimas proyecciones del Buró del Censo de E.U. La parte de la población de E.U., actualmente un 17%, se espera llegar a un 31% para el 2060. Entre ahora y el 2020, los números actuales de graduados hispanos de las preparatorias públicas incrementarán a un 41% y los Asiáticos incrementarán en un 30%, mientras que los blancos van a declinar en un 12% y los negros en un 9% (Tocando a la Puerta del Colegio, Reporte WICHE). El presidente recientemente ha retado a cada americano a que se comprometa a por lo menos un año de educación superior o a un entrenamiento post-secundario (después de la secundaria). El presidente ha puesto una nueva meta para el país: que para el 2020, América una vez más tendrá la más alta proporción de estudiantes graduados de la universidad en el mundo. Ese objetivo solamente será alcanzado si juntos Elevamos Nuestros Estándares de educación y ayudamos a más estudiantes a tener éxito.

Este mundo a menudo trata de que nos conformemos a sus estándares, pero tenemos un llamado mayor en Cristo. Ciertamente, el apóstol Pablo escribe acerca de que no debemos conformarnos, pero en vez “Ser transformados al renovar [nuestras] mentes” (Romanos 12:2). El Señor está nuevamente recordándonos acerca de la importancia del uso de nuestras mentes, en esta ocasión para conocer la mera voluntad de Dios. Como hispano cristianos, estar mejor educados, no nos debemos conformar, sino transformar esta nación a través del poder de Dios. No nos vamos a conformar con los estándares del día, sino a incrementar los estándares de nuestras tradiciones de fé. Se ha dicho que "la Educación hace que la que gente fácilmente dirija pero difícilmente conduzca, que fácilmente gobierne pero difícilmente esclavice” (Henry Brougham). Mientras Elevamos Nuestros Estándares de educación, seguramente vamos a demandar más entre nosotros, incluyendo a los representantes de nuestra nación. Vamos a luchar para lograr muchos de nuestros perdurables estándares, estándares que nos ayudarán a asegurar “libertad y justicia para todos.” Estándares que nos recordarán que el más grandioso mandamiento de todos es amar a Dios con las mentes que El nos dió para usar en Su gloria.

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