Cuando yo tenía 18 años, no estaba segura de si debería asistir a una universidad de cuatro años. ¿Debo trabajar y ayudar a mantener a mi familia? Me preguntaba. ¿Debería intentar ir a una universidad local para poder quedarme en casa? ¿Qué pasaría si mi abuelita se enfermara y muriera mientras estoy fuera? ¿Podría vivir conmigo mismo si estuviera ausente durante sus últimos días?

Finalmente salí de casa para ir a la escuela, pero fue difícil porque, como la mayoría de los hispanos y los latinos, valoro a la familia y la comunidad por sobre el individuo. Hasta el momento, soy la primera y única miembro de mi familia en asistir y recibirme de un programa universitario de cuatro años. También tengo un título de postgrado.

Me ha tomado casi 20 años pagar los préstamos para la universidad cristiana privada a la que asistí. La escuela estaba compuesta predominantemente por estudiantes anglosajones, de clase media y media alta. Completé mis solicitudes de ayuda financiera y de la escuela por mi cuenta. Mis padres no sabían cómo ayudarme, y mis consejeros de la preparatoria no me apoyaron. Desafortunadamente, la escuela a la que asistí tenía pocas becas para minorías; Supongo que era por eso que había muy pocos estudiantes minoritarios. En una escuela de aproximadamente 3,000 estudiantes, sólo había otro estudiante hispano o latino, Pablo.

Hoy, los hispanos y los latinos, términos que uso para describir a las personas hispanoparlantes de ascendencia latinoamericana en los Estados Unidos, son el grupo minoritario más grande matriculado en las universidades. Para el año 2060, se espera que la población total hispana y latina en los Estados Unidos crezca a más de un tercio de la población.

Sin embargo, como señalan los académicos Matthew Desmond y Ruth N. López Turley, "Toda la evidencia nos lleva a la conclusión de que parece ser que la población estudiantil hispana/latina se está colando entre las grietas a pesar de que está aumentando, en masa, a un ritmo poblacional que está fundamentalmente alterando el paisaje estadounidense".

El incremento en el número de futuros estudiantes hispanos y latinos, combinado con la disminución de los índices de natalidad, presenta una oportunidad de crecimiento para las instituciones de educación superior. Estas escuelas necesitan estudiantes jóvenes de nuestras comunidades para prosperar en el próximo siglo. Tendrán que atraer a estudiantes de minorías que de otra manera no pensarían en ir a la universidad. En particular, las escuelas que consideran el papel del familismo a medida que aprenden a reclutar a toda la familia, no tan sólo a la persona individual, proporcionarán los espacios más saludables para nuestros estudiantes.

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Unidos por los lazos familiares

Desmond y López Turley definenfamilismo como "un patrón social por el cual los intereses, decisiones y acciones individuales están condicionados por una red de parientes de quienes se piensa que tienen prioridad sobre la persona individual". Citan investigaciones que sugieren que "los adultos y adolescentes hispanos valoran la interdependencia, así como también el apoyo y las obligaciones familiares, más aún que los anglosajones". Como puertorriqueña, he descubierto que el familismo fue una fuerza poderosa en mis decisiones educativas.

Mi amiga Alejandra, guatemalteca, me dijo que cuando ella cursaba el último año de la preparatoria, su madre falleció. Como resultado, su abuelita le pidió a Alejandra que pospusiera su educación universitaria por seis años hasta que la hermana de Alejandra terminara la preparatoria. Alejandra dilató su educación por un año, pero dice: "Simplemente no pude esperar más: el dolor, la pérdida y el sentirme estancada". Fui a la universidad después de ese año, pero mi abuelita nunca me perdonó. La expectativa en la cultura guatemalteca es que uno le dé prioridad a la familia. Todavía me entristece que mi abuelita y yo nunca nos reconciliáramos antes de que ella muriera cinco años después". La abuelita de Alejandra quería que pusiera a la familia por encima de sus deseos y necesidades personales. Pero la decisión de Alejandra de avanzar en contra de sus deseos tuvo efectos devastadores en la dinámica familiar.

Otra amiga, Xochitl, que es Tejana, me dice: "Me llevó 13 años terminar mi licenciatura en artes por tener hijos. Pero se mezcló con una relación abusiva y depresión posparto. Esas son las tres razones por las cuales esperé y me salí dos veces”. Dados los obstáculos familiares, es una maravilla que Xóchitl persistiera en terminar. Estoy orgullosa de ella y de Alejandra.

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Qué buscar en las universidades

Como lo fue para mí, Alejandra y Xóchitl, el familismo juega un papel crucial en las decisiones educativas de los estudiantes hispanos y latinos. En vista de la dinámica del familismo, aquí hay algunos atributos concretos que los padres cristianos, los pastores y los parientes deben buscar al elegir una escuela:

  1. Materiales bilingües. Los materiales de promoción, los formularios de solicitud, los sitios web, la ayuda financiera y cualquier otro papeleo y comunicación deben estar disponibles en español. Cualquier cosa que la institución pueda hacer para eliminar la barrera del idioma aumenta sus posibilidades de reclutar y retener estudiantes.
  2. Becas que cubren más que la colegiatura. Algunas escuelas cubrirán los costos de transporte de los estudiantes y un miembro de la familia para visitar el campus. Otros, como Amherst College en Massachusetts, proporcionan transporte dos veces al año para los estudiantes matriculados que provienen de áreas con una mayor concentración de hispanos y latinos. Las escuelas también pueden proporcionar becas específicas para vivienda.
  3. Profesorado y personal hispano y latino. Cuando las escuelas hacen un esfuerzo concertado para contratar a un personal diverso, señalan a los posibles estudiantes y tutores: "La diversidad es una prioridad para nosotros".
  4. Flexibilidad doctrinal. El pentecostalismo es el segmento del cristianismo de más rápido crecimiento. El Pew Research informa informa que "casi uno de cada cinco latinoamericanos se describe a sí mismo como protestante". Pew señala que "los pentecostales comparten muchas creencias con otros protestantes evangélicos, pero ponen más énfasis en los 'dones del Espíritu Santo', como hablar en lenguas, la sanidad por fe y la profecía".
    El énfasis pentecostal en estos dones hace que algunos evangélicos anglosajones se sientan incómodos, pero son muy prevalentes entre los hispanos y los latinos y deberían ser bienvenidos en un campus cristiano. Además, vea si una universidad es partidaria de tener mujeres en puestos de liderazgo dentro de la familia y en las redes sociales y de empleo.
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  1. Inteligencia multicultural. Cuando trabajé en una universidad cristiana, serví en el comité de diversidad donde escuché sobre los comentarios racistas que se hicieron a los estudiantes, profesores y personal de color. Por ejemplo, aprendí sobre un "juego" en todo el campus organizado por un grupo de estudiantes llamado "¿Cómo atrapar a un ilegal?" En cualquier mes, se reportaron varios comentarios racistas en el grupo.
    El estar en el comité a menudo era desmoralizante y desalentador. Hubo altos índices de rotación entre los estudiantes, el profesorado y el personal de color debido a las hostilidades manifiestas y encubiertas expresadas por la cultura mayoritaria. Es difícil para los estudiantes, el profesorado y el personal de color permanecer en un entorno casi completamente anglosajón donde las observaciones insensibles a la cultura y el entrenamiento multicultural a veces no se toman en serio. Es por eso que es de suma importancia determinar si la universidad ofrece capacitación multicultural para los estudiantes, el profesorado y el personal.
  2. Programas de mentoría. Algunas universidades organizan grupos de estudiantes hispanos y latinos que fomentan la comunidad. Los estudiantes necesitan un lugar familiar y seguro en el campus para ser ellos mismos y cobrar fuerzas. También se benefician conectándose con mentores que tienen intereses similares. Esto ofrece tranquilidad a los padres cuando sus hijos están lejos de casa y de su comunidad local.
  3. Programas híbridos de grado y postgrado. Si no le interesa salir de su hogar, busque una escuela donde los estudiantes pueden tomar sus cursos en línea, y solo tienen que visitar el campus unas cuantas veces al año y pueden de esta manera obtener un valioso título. Muchos programas de postgrado en teología en Europa utilizan este modelo híbrido, lo que posiblemente contribuye a la gran cantidad de estudiantes de postgrado estadounidenses que desean obtener su doctorado en el extranjero.
    Recientemente, hablé con la decana de una destacada escuela de teología de los Estados Unidos que dijo que la razón por la cual su escuela no ofrece estos programas es porque el profesorado no quiere cambiar su modelo de enseñanza. Le dije que para atraer a más estudiantes de postgrado como yo, que provienen de una cultura de familismo, tendrían que cambiar.

Aunque muchas escuelas todavía luchan para alcanzar a nuestros estudiantes, cada año más y más están integrando estas ideas. Mi esperanza para la comunidad hispana y latina es que cada vez encontremos más nuestro lugar en la educación superior y que seamos cada vez más valorados por las contribuciones que tenemos para ofrecer.

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