Este artículo fue publicado en colaboración con la Conferencia Nacional del Liderazgo Cristiano Hispano (NHCLC, por sus siglas en inglés).

Si hay algo que verdaderamente me gusta, es un buen delantal. Aprendí a cocinar a una temprana edad y para mucha gente, ya que éramos una familia grande, y todavía me encanta cocinar. La primera vez que me puse un delantal, se me hizo algo divertido. Pero el propósito y el significado del mismo cambió al madurar en edad.

Recibir personas en mi hogar y cocinarles es algo que me emociona y saca lo mejor de mí. ¡Verdaderamente me esmero! Desde la comida, el postre hasta como poner la mesa. Créeme es algo de todo un día.

La definición del delantal es la siguiente: un delantal es un accesorio funcional que va por encima del vestuario para cubrir la piel y la ropa, sirviendo como protección de manchas o marcas accidentales. Los estilos del delantal se adaptan a los gustos de los tiempos adentrándose en los valores y trabajos u oficios de la cultura actual. La moda, lo práctico, lo sentimental y la naturaleza del delantal lo ha hecho un accesorio apreciado por cientos de años. Ya que el delantal provee comodidad, protección y un sentimiento de preparación, siempre será una pieza necesaria para la gente que sirve, trabaja, limpia, entretiene y crea. Que definición tan hermosa y con tanto significado espiritual, para aquellos que entienden que su propósito principal en la tierra es servir.

Cuando una mujer descubre la belleza del servicio, su acercamiento y perspectiva acerca de otros cambia drásticamente. El significado de todo su mundo la lleva a otro nivel, un nivel tocado por el amor verdadero.

Todo en el Reino de Dios tiene que ver con el servicio, nuestro ejemplo mayor está en Jesús: “Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr. 10:45). El corazón y compromiso de Jesús para el servicio, nos trajo salvación y vida eterna. ¿Me hace pensar si Jesús usó un delantal?

Como mujeres en el Reino de Dios, sabemos con claridad que hemos sido llamadas a servir. Gálatas 5:13 dice:Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor. El secreto para servir eficazmente es que sirvamos con amor. Ha sido dicho muchas veces, el amar y el servir es simplemente una decisión, nadie te puede obligar.

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Ahora, vamos a darle una miradita al otro lado del servicio, el lado que no es muy bonito. El servirnos los unos a los otros puede ser incómodo y conflictivo algunas veces, ya que la demanda es grande y requiere que seamos intencionales. ¿Por qué? Porque el servir a los que amamos es fácil, pero hay una belleza y un tesoro escondido que solo se descubre cuando decidimos amar y servir a los que nos han herido, maltratado, difamado, etc.

Mi amiga, el delantal te reta a servir más allá de tu zona confortable y más allá de tus sentimientos. Te reta a mantener la actitud correcta y a que te examines. Tenemos que servir con la actitud que tuvo Cristo. “Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo” (Fil. 2:5-7, NTV).

¡El servir a otros tiene el potencial de cambiar un corazón sin usar palabras!

Ya hemos hablado del significado del delantal, ahora lo vamos a aplicar para nosotras mismas y a usarlo como la armadura del servidor. Nos servirá como una capa que protegerá nuestras ropas y las mantendrá limpias para su venida: Lo hizo para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni ningún otro defecto. Será, en cambio, santa e intachable (Ef. 5:27, NTV).

Te ayudará a guardar tu corazón. El tener ese delantal puesto también te ayudará a cómo adaptarte de acuerdo a la temporada y el lugar donde te encuentres. Creo con firmeza que será un recordatorio altamente necesario en los tiempos de gloria, para que te puedas mantener humilde sin mirar quien te pueda servir, por el contrario, estarás siempre consciente y alerta para buscar a quién tú le puedes servir. Como mujeres, queremos que todo esté bien y ¿sabes qué? el delantal hace exactamente eso, para aquellas que sirven. Las mantendrá limpias, protegidas y listas.

Los delantales también proveen comodidad y un sentimiento de preparación, así que el delantal siempre será una pieza de ropa para las mujeres del Reino, y nos mantendrá al día con la moda del Reino también. Nadie tendrá que esperarte para que estés lista, si lo tienes puesto. Algunas veces, al final de nuestro día, podremos estar cansadas y seremos tentadas a quitarnos el delantal. Lo mismo sucede con el servicio. Pero por favor, no te lo quites; te ruego que te lo dejes puesto. No se trata de quién te pueda reconocer; no se trata de los aplausos que puedas recibir; no se trata de títulos, mi amiga y servidora ­—se trata de los demás. Tiene todo que ver con llevar a cabo la Gran Comisión . “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás” (Fil. 2:3-4).

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Nunca más he mirado un delantal de la misma forma como lo hice cuando era una niña. Sigo comprándolos y coleccionándolos, ya que me recuerdan que fui llamada a servir dentro y fuera de mi hogar.

Chaney García es un ministro ordenado de la Iglesia de Dios y sirve en el Reino como evangelista, predicadora y maestra. También funge como co-pastora de la Iglesia Restauración Total en Los Ángeles con su esposo Lemuel. Su esposo tiene su corazón y sus tres hijos le han traído un gozo inmenso a lo que ella es. Ella disfruta cocinar, tener amigos en su hogar y se deleita en tomar café.

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